El crimen de Yulian no es un caso más. El fiscal Ignacio López Bustos confirmó que se abrirá una tercera investigación a raíz del asesinato del niño de cinco años. Además de la del homicidio, hubo una segunda en la que se trata de establecer cómo fue que accedió a su arma reglamentaria y ahora se suma una tercera. Abrirán una pesquisa para determinar si el pequeño fue víctima de un abuso sexual.
El martes, cerca de las 17, la agente Mariela Medina llamó a la Dirección de Patrulla Urbana para denunciar que la habían herido y matado a su pequeño hijo. Un efectivo de la Unidad Regional Este se trasladó hasta el lugar y confirmó la versión. Ella fue trasladada hasta el Centro de Salud, donde se encuentra internada.
López Bustos, tal como está establecido en los protocolos, envió un médico forense para que la revisara. El profesional le explicó que la policía se encuentra en estado reservado, pero que va evolucionando favorablemente. Hasta aquí no existe ningún impedimento para que fuera imputada.
Procesalmente significa que el fiscal podrá imputar a la herida los delitos en una audiencia que se realizará cuando Medina se encuentre en condiciones. No hay dudas de que será acusada de homicidio agravado por el vínculo, pero no se descarta que le aplique otros agravantes porque aún no trascendieron todos los detalles del expediente.
Informes
López Bustos sólo puede investigar homicidios, pero ello no implica que, con el correr de la investigación surjan indicios de que podría haberse cometido otro delito. En este caso en particular, cómo fue el proceso para que Medina recibiera el lunes el arma reglamentaria con la que cometió el crimen e intentó quitarse la vida.
Se sabe que a la policía se le aplicó el protocolo que tiene la fuerza en casos de que el uniformado tenga problemas de salud mental o fueron denunciados por violencia de género o doméstica como en este caso. Según informó el secretario de Seguridad Luis Ibáñez, los efectivos son atendidos por los profesionales de la fuerza y derivados a un particular para que realicen un tratamiento. Mientras tanto, deben entregar sus armas, pero pueden seguir cumpliendo con sus funciones.
El funcionario explicó que Medina recibió el alta de una profesional y que ese informe fue evaluado por una junta que decidió entregarle el arma.
El padre del pequeño Cristian Jiménez indicó que no estaba en condiciones de recibir la pistola e identificó a la profesional que la atendía. Por su parte, los parientes de la acusada desmintieron que haya sufrido alguna enfermedad mental. La Unidad Fiscal de Delitos Complejos deberá determinar si es que hubo algún delito en este proceso.
La tercera
Jiménez, en una entrevista con LG Play, informó que su ex pareja había denunciado que él había abusado del pequeño. “Por esa razón estuve mucho tiempo sin verlo. Logré revertir esa situación cuando la Justicia me dio un régimen de visita”, destacó Jiménez.
Ese dato fue tenido en cuenta por López Bustos antes de que se revelara ese dato. Medina, en uno de los audios que envió, dijo que un tal “El Viejo” había atacado sexualmente del pequeño. Pero el informe preliminar de la autopsia habría descartado que el niño había sido abusado.
El fiscal también solicitó un informe a una jueza de familia para que le confirmara o descartara la existencia de una denuncia de esas características. Le confirmaron que Medina si había hecho una presentación en contra de su ex por ese delito.
Con ese dato, López Bustos pidió informes a sus pares que atienden las causas de abusos sexuales. Confirmó que nunca se había iniciado ninguna causa y que, mucho menos, el fuero civil les envió una copia del expediente para que investigaran, tal como establecen los protocolos. En caso de confirmarse esta versión, se habría producido un caso de violencia institucional. A Jiménez le negaron el contacto con su hijo sin ni siquiera ser investigado por el delito por el que fue acusado.